miércoles, 4 de abril de 2012

Oda a los pies.



No me atrapa la pura simetría
de tus ojos distantes y fugaces,
ni de tu boca el vuelo en que deshaces
la paloma gentil de tu alegría.

Mi locura de amor tiene otro nombre:
Amo tus pies... Mi singular empeño
es rendirme a tus pies y ser tu dueño
¿Habrá, quizás, alguno que se asombre?

Hay otros como yo y aun siendo pocos
¿Quién podrá señalarme impunemente,
si en materia de amor, cuerdo es quien siente,
y aquellos que no sienten, están locos?

Mi promesa no es vana ni está trunca:
Te amo de los pies a la cabeza...
Estoy ahí, donde tu cuerpo empieza:
a tus pies, más que nadie, más que nunca...


Aloir Edef

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