jueves, 24 de marzo de 2011

De hombre a hombre.


Helping hand de Tom Jones.

DE HOMBRE A HOMBRE
Debemos hablar
de hombre a hombre,
le dijo en la cantina a su amigo
el día caluroso en que celebraban
con cervezas y cebiche
el primer aniversario
de haberse conocido;
la verdad,
yo no soy puto,
aquella vez
en los baños Jordán,
pues...yo andaba caliente
y tú tienes muy bonitas nalgas;
además,
mientras te inclinabas sobre la banca de masaje
a lavarte los pies,
se te abría el culito rosadito
en el que tienes tan poquitos pelos
y,
pues uno es hombre,
por eso te seguí al cuarto de vapor
donde te gocé de prisa
y mirando de reojo a la puerta cerrada.
Dos veces te la saqué con sobresalto
y disimulamos
mientras el otro volvía a salir.
Pero ya en el taller me hacen burla
los muchachos,
pues sólo me ven contigo;
un día tendré que pelearme,
no se la empiecen a creer de veras,
y la hija del patrón me coquetea,
así que voy a probar suerte con ella.
Sobre todo -dijo mirando su cerveza-
ya hace un año y...
-la voz se le quebró un poco
y los bonitos ojos negros le brillaron más
con unas incipientes lágrimas-
no me vaya yo a encular de ti,
así que mejor ya le paramos.
Pareció que el ruido de la cantina
se hubiera apagado
y la deslumbrante luz del mediodía
sobre las paredes pintadas
de un horrible azul de aceite
se llenara de pequeños arco iris.
Cuando se abrazaron llorando,
tirando las botellas vacías,
el mesero recibió la orden del cajero:
no le sirvas a la ocho
porque ya están pedos.
Luis González de Alba

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