Poesía de cuarto oscuro . Cavafis.

Ilustración de Andrew Potter

ME RECLINÉ Y ACOSTÉ EN SUS CAMAS

Cuando entré a la casa del placer,
no me quedé en el salón en que celebraban
amores reconocidos, con apariencia de orden.
Me fui a los cuartos ocultos
y me recliné y acosté en sus camas.
Me fui a los cuartos ocultos
que ellos se avergüenzan hasta de nombrar.
Pero no vergonzosos para mí – pues entonces
¿qué clase de poeta o artesano sería?
Antes llevaría una vida de eremita. Estaría más de acuerdo,
mucho más de acuerdo con mi poesía
que el que fuese a complacerme en el salón común.

Constantin Cavafis
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